Buenas a todos. Con esta publicación estoy terminando lo prometido: 10 publicaciones seguidas sobre poesía :D. Repasemos un poco:
1 - Bécquer representando a España y el romanticismo o post-romanticismo español.
2 - Quevedo, otro español, representando la picaresca, la poesía satírica, en el conceptismo barroco.
3 - Martí, representando a Cuba y el modernismo.
4 - Basho representando con sus haikus a Japón y la influencia del zen en su cultura.
5 - Dickinson, representante de Estados Unidos y del trascendentalismo o el romanticismo oscuro.
6 - Superveille representando a Francia y Uruguay en un movimiento contrario al surrealismo - podríamos decir "realismo" - aunque también se lo asocia con la vanguardia y otros movimientos.
7 - Mistral, en representación de Chile y el modernismo influenciado por el simbolismo.
8 - Tagore, representante de la India pacifista y humanista.
y 9 - Whitman, otro estadounidense, representando el realismo filosófico.
Bien, ¿cómo seguir? Me faltaron representantes de muchos países y también habrá quien diga que me faltaron poetas fundamentales, pero lo grave, desde mi punto de vista, es que me faltó un representante ¡de mí propio país!. Así que la publicación final del ciclo debe ser un argentino. Podría elegir a Alfonsina Storni pero ya hablé "algo" sobre ella alguna vez en el blog... lo mismo sucede con Oliverio Girondo y con Leopoldo Lugones... Después de mucho pensar me decidí. La última publicación será sobre Alejandra Pizarnik :D
Alejandra Pizarnik nació en Avellaneda, Buenos Aires, en 1936. Se suicidó en 1972. Tenía apenas 36 años. Nunca voy a entender porque lo creativo, la depresión y la baja autoestima parecieran ir de la mano...
Sus obras más destacadas fueron "Árbol de Diana" y "Extracción de la piedra de la locura"
Les traigo aquí 5 poemas. Espero que les gusten. Y con ellos, damos por cerrado el ciclo de poesía. Pero ¡ah!, por cierto, no olviden que además de los poetas seleccionados para esta seguidilla, en el blog encontrarán publicaciones anteriores sobre Lorca, Pessoa, Blake y otros...
A la espera de la oscuridad
Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
Perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.
Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos.
Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
Perdidas en el canto de los helados campanarios.
Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.
Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos.
Anillos de ceniza
A Cristina Campo.
Son mis voces cantando
Para que no canten ellos,
Los amordazados grismente en el alba,
Los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.
Hay, en la espera,
Un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
Una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
Una tribu de palabras mutiladas
Busca asilo en mi garganta
Para que no canten ellos,
Los funestos, los dueños del silencio.
A Cristina Campo.
Son mis voces cantando
Para que no canten ellos,
Los amordazados grismente en el alba,
Los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.
Hay, en la espera,
Un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
Una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
Una tribu de palabras mutiladas
Busca asilo en mi garganta
Para que no canten ellos,
Los funestos, los dueños del silencio.
Árbol de Diana
1
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
Y he cantado la tristeza de lo que nace.
2
Estas son las versiones que nos propone:
Un agujero, una pared que tiembla...
3
Sólo la sed
El silencio
Ningún encuentro
Cuídate de mí, amor mío
Cuídate de la silenciosa en el desierto
De la viajera con el vaso vacío
Y de la sombra de su sombra.
4
Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca
Del tributo para la pequeña olvidada. El frío
Pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará.
Pagará el trueno.
5
Por un minuto de vida breve
Única de ojos abiertos
Por un minuto de ver
En el cerebro flores pequeñas
Danzando como palabras en la boca de un mudo.
6
Ella se desnuda en el paraíso
De su memoria
Ella desconoce el feroz destino
De sus visiones
Ella tiene miedo de no saber nombrar
Lo que no existe.
7
Salta con la camisa en llamas
De estrella a estrella,
De sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
La que ama al viento.
8
Memoria iluminada, galería donde vaga
La sombra de lo que espero. No es verdad
Que vendrá. No es verdad que no vendrá.
9
1
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
Y he cantado la tristeza de lo que nace.
2
Estas son las versiones que nos propone:
Un agujero, una pared que tiembla...
3
Sólo la sed
El silencio
Ningún encuentro
Cuídate de mí, amor mío
Cuídate de la silenciosa en el desierto
De la viajera con el vaso vacío
Y de la sombra de su sombra.
4
Ahora bien:
Quién dejará de hundir su mano en busca
Del tributo para la pequeña olvidada. El frío
Pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará.
Pagará el trueno.
5
Por un minuto de vida breve
Única de ojos abiertos
Por un minuto de ver
En el cerebro flores pequeñas
Danzando como palabras en la boca de un mudo.
6
Ella se desnuda en el paraíso
De su memoria
Ella desconoce el feroz destino
De sus visiones
Ella tiene miedo de no saber nombrar
Lo que no existe.
7
Salta con la camisa en llamas
De estrella a estrella,
De sombra en sombra.
Muere de muerte lejana
La que ama al viento.
8
Memoria iluminada, galería donde vaga
La sombra de lo que espero. No es verdad
Que vendrá. No es verdad que no vendrá.
9
A Aurora y Julio Cortázar.
Estos huesos brillando en la noche,
Estas palabras como piedras preciosas
En la garganta viva de un pájaro petrificado,
Este verde muy amado,
Este lila caliente,
Este corazón sólo misterioso.
10
Un viento débil
Lleno de rostros doblados
Que recorto en forma de objetos que amar.
11
Ahora
En esta hora inocente
Yo y la que fui nos sentamos
En el umbral de mi mirada.
12
No más las dulces metamorfosis de una niña de seda
Sonámbula ahora en la cornisa de niebla
Su despertar de mano respirando
De flor que se abre al viento.
13
Explicar con palabras de este mundo
Que partió de mí un barco llevándome.
14
El poema que no digo,
El que no merezco.
Miedo de ser dos
Camino del espejo:
Alguien en mí dormido
Me come y me bebe.
15
Extraño desacostumbrarme
De la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
Oficio de recién llegada.
16
Has construido tu casa
Has emplumado tus pájaros
Has golpeado al viento
Con tus propios huesos
Has terminado sola
Lo que nadie comenzó.
17
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
Sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
Se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
Lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incendiado, su
Espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nom-
Bres creciendo solos en la noche pálida).
20
Estos huesos brillando en la noche,
Estas palabras como piedras preciosas
En la garganta viva de un pájaro petrificado,
Este verde muy amado,
Este lila caliente,
Este corazón sólo misterioso.
10
Un viento débil
Lleno de rostros doblados
Que recorto en forma de objetos que amar.
11
Ahora
En esta hora inocente
Yo y la que fui nos sentamos
En el umbral de mi mirada.
12
No más las dulces metamorfosis de una niña de seda
Sonámbula ahora en la cornisa de niebla
Su despertar de mano respirando
De flor que se abre al viento.
13
Explicar con palabras de este mundo
Que partió de mí un barco llevándome.
14
El poema que no digo,
El que no merezco.
Miedo de ser dos
Camino del espejo:
Alguien en mí dormido
Me come y me bebe.
15
Extraño desacostumbrarme
De la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
Oficio de recién llegada.
16
Has construido tu casa
Has emplumado tus pájaros
Has golpeado al viento
Con tus propios huesos
Has terminado sola
Lo que nadie comenzó.
17
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
Sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
Se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
Lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incendiado, su
Espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nom-
Bres creciendo solos en la noche pálida).
20
A Laure Bataillon
Dice que no sabe del miedo, de la muerte, del amor
Dice que tiene miedo de la muerte, del amor
Dice que el amor es muerte, es miedo
Dice que la muerte es miedo, es amor
Dice que no sabe.
21
He nacido tanto
Y doblemente sufrido
En la memoria de aquí y de allá.
22
En la noche
Un espejo para la pequeña muerta
Un espejo de cenizas.
23
Una mirada desde la alcantarilla
Puede ser una visión del mundo
La rebelión consiste en mirar una rosa
Hasta pulverizarse los ojos.
32
Zona de plagas donde la dormida come lentamente
Su corazón de medianoche.
33
Alguna vez
Alguna vez tal vez
Me iré sin quedarme
Me iré como quien se va.
34
La pequeña viajera
Moría explicando su muerte
Sabios animales nostálgicos
Visitaban su cuerpo caliente.
35
Dice que no sabe del miedo, de la muerte, del amor
Dice que tiene miedo de la muerte, del amor
Dice que el amor es muerte, es miedo
Dice que la muerte es miedo, es amor
Dice que no sabe.
21
He nacido tanto
Y doblemente sufrido
En la memoria de aquí y de allá.
22
En la noche
Un espejo para la pequeña muerta
Un espejo de cenizas.
23
Una mirada desde la alcantarilla
Puede ser una visión del mundo
La rebelión consiste en mirar una rosa
Hasta pulverizarse los ojos.
32
Zona de plagas donde la dormida come lentamente
Su corazón de medianoche.
33
Alguna vez
Alguna vez tal vez
Me iré sin quedarme
Me iré como quien se va.
34
La pequeña viajera
Moría explicando su muerte
Sabios animales nostálgicos
Visitaban su cuerpo caliente.
35
A Ester Singer
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fue-
Go, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche,
Déjate caer y doler, mi vida.
37
Más allá de cualquier zona prohibida
Hay un espejo para nuestra triste transparencia.
38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas
Este canto me desmiente, me amordaza.
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fue-
Go, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche,
Déjate caer y doler, mi vida.
37
Más allá de cualquier zona prohibida
Hay un espejo para nuestra triste transparencia.
38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas
Este canto me desmiente, me amordaza.
Niña en el jardín
Un claro en el jardín oscuro o un pequeño
Espacio de luz entre hojas negras.
Allí estoy yo, dueña de mis cuatro años,
Señora de los pájaros celestes
Y de los pájaros rojos.
Al más hermoso le digo:
-Te voy a regalar a no sé quién.
-¿Cómo sabes que le gustaré? -dice.
-Voy a regalarte -digo.
-Nunca tendrás a quién regalar un pájaro -dice el pájaro.
Sueño
Estallará la isla del recuerdo.
La vida será sólo un acto de candor.
Prisión
Para los días sin retorno.
Mañana
Los monstruos del buque destruirán la playa
Sobre el viento del misterio.
Mañana
La carta desconocida encontrará las manos del alma.
Estallará la isla del recuerdo.
La vida será sólo un acto de candor.
Prisión
Para los días sin retorno.
Mañana
Los monstruos del buque destruirán la playa
Sobre el viento del misterio.
Mañana
La carta desconocida encontrará las manos del alma.